domingo, 21 de noviembre de 2010

Ya se puede comer bajo el agua!!!

  RESTARUANTES SUBMARINOS
Lo que hasta hace poco nos parecía una fábula de aventuras es hoy una realidad palpable: ya existen gigantescos complejos gastronómicos ubicados a decenas de metros bajo las olas, en los que se puede comer y contemplar la fauna oceánica. Estos son algunos de ellos.
¯  Ithaa

En Abril de 2005, este cada vez mas innovador comedor ubicado en el complejo de la isla Conrad Maldives Rangali abierto como el primer restaurante submarino de vidrio en el mundo. Sin embargo es pequeño puede alojar solo 12 clientes a la vez- la experiencia es impresionante en este comedor situado 5 metros bajo el  Océano Indico y el cual brinda una vista de 360 grados alrededor del arrecife de coral y la vida marina. Fue construido por la empresa Mike Murphy Ltd, utilizando la misma tecnología que se usa para los acuarios públicos. El Restaurante Ithaa tiene 9 metros de longitud y posee tres arcos acrilicos transparentes, de 5 metros cada uno.


¯  La Estrella del Mar Rojo

Ubicado en las aguas de el Mar Rojo cerca de Eilat, Israel, este restaurante, bar y observatorio es verdaderamente único de su clase. Los visitantes que prefieran permanecer fuera del agua pueden optar por el Bar Metro para disfrutar de cócteles, la danza y contemplar el hermoso paisaje de las inmediaciones del Golfo de Aqaba y las montañas de Edom. Para la verdadera experiencia submarina, el comedor del restaurante se encuentra cinco metros por debajo de la superficie y cada mesa tiene dos ventanas personales para ver los arrecifes de coral jardines del mar. Durante la noche, el área alrededor de la estructura sumergida esta poco iluminada para evitar la agitación de las criaturas del mar. Para llegar al restaurante hay que caminar por un muelle que se aleja 30 metros de la costa y luego tomar un elevador que baja hasta el lecho del Mar Rojo. Cuando se abren las puertas del ascensor, la sorpresa es inagotable: se despliegan frente a uno magníficos ventanales sobre la inmensidad de la vida acuática. Las lámparas son como medusas y la decoración toda recuerda a la casa Batló, aquel edificio de Gaudí, en Barcelona, que parece un pez gigante. El comensal no puede más que sentirse en un acuario, observado por miles de criaturas escamadas.


¯  Parque Oceanográfico De Valencia

En España. Se trata de un complejo de dos plantas submarinas, con capacidad para 350 personas. El piso superior está rodeado de agua a modo de una isla y los niveles inferiores disponen de acuarios desde donde se pueden observar grandes bancos de peces plateados, mientras se disfruta de una paella, especialidad de la casa.
                    



DISFRUTA YA LOS NOVEDOSOS RESTAURANTES SUBMARINOS. LA ISULIÓN DE COMER BAJO EL MAR ES REALIDAD.......
EL MOMENTO MAS ROMANTICO: "UNA CENA BAJO EL MAR CON UNA VISTA MARAVILLOSA”


lunes, 4 de octubre de 2010

Que tu restaurante no fracase

  Factores que llevan al fracaso a un restaurante
Los primeros cinco hábitos tienen que ver con errores generalmente cometidos al establecer un nuevo restaurante, los otros cinco son los errores más comunes cometidos por restaurantes con algunos años de operación.
1. DESCONOCER LAS CARACTERÍSTICAS DEL MERCADO. Establecer un restaurante sin haber analizado las condiciones del mercado es la razón No. 1 del fracaso de la mayoría de restaurantes. Generalmente, se tiene una idea muy vaga acerca del sexo, edad, escolaridad, recursos económicos y hábitos de consumo de las personas que residen o trabajan en la zona en que se establece un restaurante. Pocos inversionistas se preocupan por averiguar objetivamente los gustos y preferencias de su clientela potencial, así como las nuevas tendencias gastronómicas entre ciertos grupos de población. El mismo restaurante puede ser muy redituable en una zona de la ciudad y ser un rotundo fracaso en otra zona, dependiendo de los factores mencionados.
2. SUPONER QUE LA OFERTA CREA SU PROPIA DEMANDA. Error muy común entre restauranteros independientes. Sólo porque contratan a un buen parrillero o su esposa sabe cocinar muy bien y todo mundo la halaga por su buena sazón, se lanzan a la aventura de “poner” un restaurante seguros que clientela les va a sobrar. Desconocen que para tener éxito hay que tener un menú de alta calidad gastronómica, variedad y presentación, Otros factores complementarios e indispensables para que el éxito se vuelvan una realidad son: una ambientación ideal, un servicio amable y eficaz, precios razonables, localización muy conveniente, poca o nula competencia, buena publicidad y, por supuesto, una buena administración. Hoy en día los comensales no sólo buscan “buena comida” sino una experiencia gastronómica integral que despierte todos sus sentidos.
3. HACER ANÁLISIS INFUNDADOS DE VIABILIDAD FINANCIERA. Muchas veces un emprendedor restaurantero basa sus decisiones en cálculos poco realistas. En primer lugar, tiende a sobreestimar sus ventas y a subestimar sus gastos operativos. Supone que tal vez necesitará unos tres o cuatro meses, máximo seis, en “acreditarse” y que durante ese tiempo tal vez registrará pérdidas. Sin embargo, la realidad es otra. El tiempo promedio de maduración de un restaurante independiente suele ser de 1 a 2 años. Los emprendedores atrevidos olvidan que las ventas dependen en buena medida del gasto en publicidad y promociones, y éste casi siempre se escatima por que suponen que “la mejor publicidad es la de boca en boca”, olvidando también que ésta es un arma de dos filos, las malas noticias “vuelan”. Otros gastos generalmente subestimados o ignorados son los impuestos, demandas laborales inesperadas, etc. Y como no cuentan con ingresos adicionales o capital de reserva para enfrentar estos gastos, generalmente tienden a endeudarse esperando librar lo que ellos piensan es sólo “una mala racha” hasta que ya es muy tarde.
4. SUBESTIMAR LOS REQUERIMIENTOS PERSONALES. La gente tiende a pensar que "cualquiera puede ser restaurantero". Según ellos, para ser exitosos basta tener una buena receta, algo de capital propio o prestado y “mucho aguante” por que el giro es “muy matado”. Quizás en esto último tengan razón, pero una idea tan miope y distorsionada de lo que implica dirigir un restaurante es precisamente una de las principales razones de los fracasos. Sus limitados conocimientos del oficio restaurantero y escasa capacidad administrativa y de liderazgo rápidamente lo empujan al umbral de su incompetencia.
No cualquiera tiene la resistencia física ni la inteligencia o capacitad emocional para soportar jornadas de 20 horas diarias con altos niveles de responsabilidad y estrés. Y cuando por fin se empiezan a generar utilidades el trabajo es más intenso aún. Pocos lo resisten.

5. CARECER DE OBJETIVOS CLAROS Y UN PLAN DE ACCIÓN PARA ALCANZARLOS. ¿Qué opinaría usted de alguien que compra un coche, lo enciende y lo arranca pero no sabe bien a dónde va ni cómo llegar, y no obstante confía llegar allí milagrosamente? Pues así arrancan muchos restaurantes, pero con familiares, trabajadores, socios y acreedores a bordo confiados ciegamente en el chofer. No analizan previamente a sus clientes y competidores potenciales, no se capacitan mínimamente en aspectos administrativos, no hacen pruebas rigurosas de menús, no buscan la asesoría de especialistas en diseño, gastronomía o mercadotecnia, y no tienen un plan de acción que les indique qué hacer y cuándo hacerlo para llegar a su meta, la cual generalmente es muy ambigua o poco realista. 6. MANTENER POR AÑOS EL MISMO MENÚ Y AMBIENTACIÓN. Este es un error muy común aún entre propietarios de restaurantes que alguna vez fueron muy exitosos. Su lema favorito es “si ha funcionado hasta ahora para qué cambiarlo” hasta que se dan cuenta que la caída en volumen de ventas no es temporal. El problema es que su clientela regular va envejeciendo y sus hijos no tienen los mismos gustos o buscan otras opciones, o se van mudando a otras zonas. El problema es también que no se introducen nuevos platillos ni se le hacen mejoras al menú con presentaciones más atractivas de acuerdo con las nuevas tendencias gastronómicas, o lo hacen cuando ya es muy tarde.
7. PROMOVER INADECUADAMENTE UNA OFERTA GASTRONÓMICA. Todos los restaurantes utilizan alguna forma de publicidad o promoción. Desde mantas exteriores o anuncios en revistas locales hasta “spots” radiofónicos y televisivos o por internet. Sin embargo, por lo general recurren a ellos cuando las ventas andan bajas o, lo que es lo mismo, cuando la competencia cercana empieza a ganar terreno. No asumen que el gasto en publicidad y promoción debe ser permanente y, por tanto, que debe ocupar una parte considerable del presupuesto operativo, hasta 10% o 15% según algunos especialistas, aún en tiempos de fuertes volúmenes de ventas. En otros casos por querer ahorrarse el pago a una agencia especializada en la materia, los restauranteros se vuelven “creativos autodidactas” y al ver el poco impacto que tuvo su “publicidad” luego se quejan de que fue un gasto inútil. Además, suponen que sus clientes frecuentes siempre lo seguirán siendo, olvidándose que es a ellos y sus familiares y amistades, en primer lugar, a quienes deben dirigirse las promociones especiales. Como un matrimonio venido a menos, se olvidan de premiar la fidelidad de su pareja (la clientela) y no hacen un esfuerzo por “reconquistarla” día a día.

Estos son únicamente siete hábitos o errores habituales que se cometen en la industria restaurantera y que han llevado al fracaso a muchos “buenos proyectos”. De modo que si usted está pensando en abrir un restaurante o ya es propietario de uno donde empiezan a manifestarse los síntomas de que algo no marcha bien, mejor reflexione, aprenda de los que han fracasado y empiece a tomar las decisiones que la situación amerite. Sólo así se podrá ahorrar grandes pérdidas, frustraciones y dolores de cabeza.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Tips y consejos sobre MARKETING



1. El cliente siempre tiene la razón. Si dice que está frío y a ti te quema la lengua de solo probar la sopa, igual caliéntaselo.   
2. Ofrece disculpas pero no trates de convencer al cliente de cambiar de opinión. Si el plato no es lo que el cliente esperaba puede ser porque no hubo una buena comunicación carta-cliente. Ofrece las disculpas del caso pero no intentes hacer que cambie de opinión ya que solo conseguirás hacerlo sentir incómodo y que no quiera regresar más.
3. No te demores al servir. No hay nada más desagradable que ver que todos van recibiendo sus platos, incluso las mesas que llegaron después, y que tu sigues ahí sentado esperando.
4. Advierte si el plato va a demorar. Hay platos que por su elaboración toman más tiempo en la cocina que otros. Si tu cliente lo pide explícale (o detállalo en la carta) que la preparación tomará X minutos en estar lista.
5. No ofrezcas lo que no tienes. Si hay platos de la carta que no están disponibles todo el año, ya sea por vedas o la estacionalidad de algún ingrediente, incluye anuncios con esta salvedad en la carta o prepara a los mozos para que sepan comunicar esto al cliente antes de que revise la carta. No hay nada peor que estar imaginando el saborcito de tu chupe de camarones y que luego vengan a avisarte que ya empezó la veda.  
 6. No generes una discusión con tus clientes. Menos aún en espacios públicos, como este. Solo conseguirás que no regrese más a tu local y crearás un efecto avalancha entre potenciales clientes, que conociendo las posibles reacciones que puedes tener, lo pensarán dos veces antes de ir a tu local.
7. Rectifica tus errores. Si un cliente tiene una mala experiencia, y tienes la suerte de enterarte, toma su enseñanza como un imput que te ayude a mejorar tu servicio, y de ser posible, contacta directamente con él para darle algún detalle que retribuya en algo el mal momento que pueda haber tenido. Un postre de cortesía te costará 5 soles y puede significar un retorno mucho mayor por el buen comentario que el cliente lleve de ti a sus amigos.
8. Los mozos deben conocer a la perfección la carta. Resulta irónico pedile un consejo a alguien que parece que nunca ha probado las preparaciones del lugar donde trabaja. Un mozo debe conocer cuales son las especialidades de la casa, el tiempo de preparación de los platos y con qué bebidas combinarlos. El mozo es el representante directo del establecimiento frente al consumidor. 
9. Promociones. Tener variantes semanales, una promoción del día o un especial del mes es un gancho que genera novedad ante el cliente, y comunicado de una forma adecuada puede aplicarse en restaurantes de todo tipo. Una promoción no tiene porque disminuir la categoría de un establecimiento. 
10. Fideliza. Genera tu propia base de datos de los clientes que visitan tu local. Conócelos y dirígete a ellos en ocasiones especiales comerciales (San Valentín, Navidad, Año Nuevo, Día de la Madre, Fiestas Patrias, etc) y personales (su cumpleaños). Crea una confianza en los clientes hacia ti.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Marketing


  •   CONCEPTO
El mercadeo tiene como objetivo principal favorecer el intercambio entre dos partes de modo que ambas resulten beneficiadas. Según Kotler, se entiende por intercambio «el acto de obtener un producto deseado de otra persona, ofreciéndole algo a cambio». Para que esto se produzca, es necesario que se den cinco condiciones:


1. Debe haber al menos dos partes.
2. Cada parte debe tener algo que supone valor para la otra.
3. Cada parte debe ser capaz de comunicar y entregar.
4. Cada parte debe ser libre de aceptar o rechazar la oferta.
5. Cada parte debe creer que es apropiado.


Si por algún motivo, alguna de las partes implicadas en el intercambio no queda satisfecha, evitará que se repita de nuevo dicho intercambio.

Como disciplina de influencias científicas, el marketing es un conjunto de principios, metodologías y técnicas a través de las cuales se busca conquistar un mercado, colaborar en la obtención de los objetivos de la organización, y satisfacer las necesidades y deseos de los consumidores o clientes.

El marketing es la orientación con la que se administra el mercadeo o la comercialización dentro de una organización. Asímismo, busca fidelizar clientes, mediante herramientas y estrategias; posiciona en la mente del consumidor un producto, marca, etc. buscando ser la opción principal y llegar al usuario final; parte de las necesidades del cliente o consumidor, para diseñar, organizar, ejecutar y controlar la función comercializadora o mercadeo de la organización.

El vocablo marketing se refiere también a una función o área funcional de la organización: el área de marketing, área comercial, el departamento de marketing, etc. Otra forma de definir este concepto es considerar marketing todo aquello que una empresa puede hacer para ser percibida en el mercado (consumidores finales), con una visión de rentabilidad a corto y a largo plazo.

Una organización que quiere lograr que los consumidores tengan una visión y opinión positivas de ella y de sus productos, debe gestionar el propio producto, su precio, su relación con los clientes, con los proveedores y con sus propios empleados, la propia publicidad en diversos medios y soportes, la presencia en los medios de comunicación (relaciones públicas), etc. Todo eso es parte del marketing.

En una empresa, normalmente, el área comercial abarca el área de marketing y el de ventas para brindar satisfacción al cliente. Los conceptos de marketing, mercadotecnia, mercadeo y comercialización se utilizan como sinónimos. No obstante, el término marketing es el que más se utiliza y el más extendido.

  • PROCESO DE MARKETING
 Primera fase: marketing estratégico


Antes de producir un artículo u ofrecer algún servicio, la dirección debe analizar las oportunidades que ofrece el mercado; es decir, cuáles son los consumidores a los que se quiere atender (mercado meta), qué capacidad de compra tendrían a la hora de adquirir, el producto o servicio, y si éste responde a sus necesidades. Además, también tienen que detectar cuáles son sus posibles competidores, qué productos están ofreciendo y cuál es su política de mercadeo, cuales son los productos sustitutos y complementarios ofrecidos en el mercado, las noticias y probabilidades respecto al ingreso de nuevos competidores y los posibles proveedores. También deben realizar un análisis interno de la empresa para determinar si realmente cuenta con los recursos necesarios (si dispone de personal suficiente y calificado, si posee el capital requerido, etc.). Por último se debe analizar qué política de distribución es la más adecuada para que el producto o servicio llegue al consumidor. Con todos los datos, la empresa realiza un diagnóstico. Si éste es positivo, se fijan los objetivos y se marcan las directrices para alcanzarlos, determina a qué clientes se quiere dirigir y qué clase de producto quiere.


Segunda fase: marketing mix (de acción)

El marketing es la estrategia que hace uso de la psicología humana de la demanda que de esta forma representa un conjunto de normas a tener en cuenta para hacer crecer una empresa. La clave está en saber cómo, dónde y cuándo presentar el producto u ofrecer el servicio. La publicidad es un aspecto muy importante, pero sin un plan de marketing esta sería insulsa y poco atractiva al público, lo cual significaría un gasto más para la empresa. La mercadotecnia es un factor imprescindible en los negocios y muchas veces de ella depende si la empresa triunfa o no, por lo que es un aspecto que ningún empresario debe olvidar.

Es así como los clientes recibirán el trato que esperan, por lo cual confiarán en esa organización también en cuanto a sus productos o servicios.


Tercera fase: ejecución del programa de marketing

Finalmente, se le asigna al departamento correspondiente la ejecución de las acciones planeadas y se fijan los medios para llevarlas a cabo, así como los procedimientos y las técnicas que se utilizarán. Igualmente deben crearse mecanismos que permitan evaluar los resultados del plan establecido y determinar cuán efectivo ha sido.


Cuarta fase: control

Supone establecer aquellos mecanismos de retroalimentación y evaluación con los que se puede comprobar el grado de cumplimiento de los objetivos y establecer las correcciones a las que haya lugar. Algunos de los controles son:


  1. control de plan anual

  2. control de rentabilidad

  3. control de eficiencia

  4. control estratégico